The Chinese Room nos trae Still Wakes the Deep, un survival horror con mucho que decir. Este título en primera persona que nos ubica en una plataforma petrolífera, nos lo hará pasar realmente mal (en el mejor de los sentidos posibles). Este juego de terror quiere impregnar su seña de identidad y eso se deja patente desde el primer momento. Construye una historia que, en las 6 horas aproximadas que dura, no te soltará en ningún momento.
Para este análisis, he jugado en una Xbox Series X principalmente en modo rendimiento (recomendado). Además, he probado el juego en la nube mediante una Xbox One X.
Still Wakes the Deep construye una historia que se ambienta en una plataforma petrolífera, cercana a Escocia
Y una de las cosas que más identidad aporta a Still Wakes the Deep, es su localización ambiental. Que estemos relativamente «cerca» de Escocia, de primeras, no debería ser algo excesivamente reseñable. El caso es que, pronto nos hacemos al personaje pues algo tan enriquecedor como los acentos, aquí nos atrapa a la vez que nos enamora. Sí, simplemente por haber mantenido ese acento inglés del norte de la isla, ya sentimos que estamos ante una experiencia inmersiva. Porque, lo que desde primer momento se cuenta, ya nos hace estar expectantes por todo lo que vendrá.
Sin añadir demasiada información para no caer en spoiler, tomamos dominio de Caz Mcleary. Un operario de la estación petrolífera que tiene una pequeña historia personal que contar. Esta, aunque básica y no demasiado enrevesada, nos aporta cierto interés por descubrir cuál será su desenlace. Pero algo más grande se está cociendo fuera de la maniobrabilidad que pudiese tener nuestro protagonista como técnico, es ahí donde comienza el absoluto caos.
Despertamos ante una situación sin igual, de la que, en una primera instancia, no llegamos a comprender. Nos llevará por una pesadilla que poco a poco se va haciendo realidad. Si en algo destaca Still Wakes the Deep es en dejarnos en todo momento una sensación de inseguridad, que pocos juegos saben reproducir tan fielmente. Recorreremos de arriba a abajo la estación petrolífera (de la cual nos guiará algún plano que se encuentra pegado a la pared) en busca de una solución, una manera de escapar de esta zozobra de la que no podemos escapar.
Nos encontramos casi solos ante el peligro, y esta vez, no iremos precisamente armados sino el sigilo será nuestra mejor arma
Si en algo se diferencia Still Wakes the Deep con respecto a la mayoría de survival horror, es en que no tendremos la posibilidad de hacer frente directamente al enemigo. Este adversario, aparecerá en momentos determinados y solamente podremos darle esquinazo o como mucho distraerlo. Para ello, podremos recoger una serie de objetos que se encuentran repartidos por el escenario para lanzarlos en una dirección contraria al monstruo. Pero no tendremos ninguna posibilidad de almacenaje ni de gestión de recursos, por lo que estos objetos cumplen solamente esa función y nada más.
En lo demás, tendremos que presionar una serie de botones en un orden determinado en distintas tesituras. Esta mecánica que busca mantener un poco el interés del jugador pronto se nota prescindible, siendo su aporte algo meramente residual. Porque lo que nos propone Still Wakes the Deep es lo suficientemente interesante como para dejar a un lado su gameplay. Aunque, esto no quiere decir que no se pudiese haber implementado alguna otra mecánica más allá de escalar, saltar, deslizarse por pasillos estrechos, tirar objetos, abrir puertas…
El miedo, la mecánica más potente de este Still Wakes the Deep se acopla perfectamente con la narrativa
Recorrer cada camarote, cada exterior de esta plataforma petrolífera ha sido toda una experiencia. Pues en todo momento he sentido esa sensación de peligro, de inseguridad, de no saber que habrá tras la siguiente puerta. He escuchado pasos, lamentos, conversaciones internas… que han hecho que esbozase una sonrisa aún cuando estaba en un momento de gran tensión. Porque Still Wakes the Deep sabe jugar con esos contrastes, con un lenguaje adulto que te muestra una perspectiva de vida complicada, y que a pesar de la dureza de la situación laboral siempre existen detrás personas que tratan de ahuyentar dicho mal.
Todo esto, como he comentado antes, se transforma para dar lugar a una situación de agonía. Pues de estas conversaciones que tendrán ciertos personajes, podremos sentir su sufrimiento interior que no solamente es dado por la situación actual, sino por una vida que no ha sido del todo sencilla. Tendrá esos momentos en los que veremos el sufrimiento e incluso hasta lo normalizaremos, sabiendo que cada vez resulta más difícil continuar. Toda esta atmósfera se trata de una manera realmente orgánica, con una narrativa a la altura en todo momento. Mostrándose a través de llamadas telefónicas, con pequeñas conversaciones con otros operarios de la plataforma, hasta interiormente desde nuestro personaje a través de flashbacks.
Audiovisualmente tiene sus más y sus menos
En cuanto al apartado gráfico, existen una serie de opciones que podemos personalizar a nuestro gusto, a parte de dos modos gráficos en Xbox Series X. Sí que he desactivado la mayoría de efectos ya que he visto demasiado sucia la imagen. Lo que tampoco me convencía mucho al mover al personaje, dando una sensación de borrosidad demasiado alta. He jugado principalmente en modo rendimiento, aunque es un juego que por su limitada interacción se puede jugar perfectamente con una reducción de fotogramas, lo que implica una mayor calidad de imagen. Algunas físicas si destacan, pero negativamente, pues vemos como la posición de las manos o el movimiento de algún objeto se comporta de forma antinatural.
Como se ha expresado a lo largo del texto de este análisis, el audio es uno de los puntos fuertes de este Still Wakes the Deep. Las voces que se encuentran localizadas al inglés (con subtítulos en español), nos sumergen de lleno en esta experiencia que además, sabe jugar con los silencios y los momentos de tensión más peliaguda.
Conclusión
Still Wakes the Deep es un survivar horror que cuenta con una ambientación espectacular. Atrapándonos desde el primer momento, manteniéndonos expectantes hasta la conclusión del último acto. Jugablemente cumple su cometido pero no cuenta con demasiadas mecánicas, así como una nula gestión de inventario. Es precisamente por ello, por lo que se centra en su aspecto narrativo, en esos momentos de angustia, tensión y, sobre todo, miedo.
Still Wakes the Deep se encuentra disponible para PS5, PC y Xbox Series X/S. Recordemos que está disponible day one con una suscripción a Game Pass, lo que hace casi obligatorio jugarlo si eres fans de los juegos de terror, y sino, es una muy buena manera de iniciarse. Quédate con nosotros y visita nuestra página web a través del siguiente enlace.
Acerca del autor
Siempre me ha gustado jugar a videojuegos y leer artículos sobre ellos, ¿Por qué no escribir?